- Duración: 30 minutos
- Acceso prioritario
- Billete móvil
- No se permiten fotos ni filmaciones
¿Qué esperar?
- Visitar el lugar de enterramiento de santos venerados
- Conozca la historia de las costumbres relacionadas con el entierro de romanos y cristianos
- Sáltese la cola y no pierda el tiempo
Un lugar de peregrinación espiritual
Las catacumbas son un lugar de peregrinación espiritual, una experiencia impactante y al mismo tiempo un ensueño romántico sobre el paso del tiempo. Por temor a las epidemias y según la costumbre, los romanos enterraban a sus muertos fuera de las murallas de la ciudad: a lo largo de la Via Appia se extienden las tumbas de romanos, cristianos y judíos y, para los menos pudientes, las catacumbas, cuyas galerías y nichos (loculi) de varios niveles forman un laberinto excavado en la toba.
Los cristianos y los judíos enterraban los cuerpos, mientras que los romanos incineraban los cadáveres y depositaban las cenizas en urnas. Los cuerpos embalsamados o amortajados de los cristianos se colocaban en estantes de roca, bajo losas de mármol en el suelo o en criptas familiares.
Marcelino y Pedro son mártires romanos del cristianismo primitivo, santos de la Iglesia católica. Sufrieron la muerte por decapitación durante el reinado del emperador Diocleciano (284-305). Según la tradición, sus cuerpos fueron arrojados a una fosa que ellos mismos tuvieron que cavar. El lugar del terrible martirio de los dos santos era conocido como "Selva Nera" (que significa "Selva Negra"), pero tras su muerte pasó a llamarse "Selva Candida", es decir, "Selva Blanca", a lo largo de la Via Cornelia. Sus cuerpos fueron recuperados de su tumba original por Santa Lucilla, que los volvió a enterrar con la debida reverencia a lo largo de la Via Casilina, en un lugar llamado ad Duas Lauros, donde ya había un cementerio en aquella época (allí se depositaron los cuerpos de unas 15.000 personas).
Las catacumbas que llevan el nombre de estos santos se encuentran en Roma, en la Via Latina. En una de las criptas hay un fresco que representa a los dos mártires junto a San Gorgonio y San Tiburcio junto a Jesucristo, de pie en el centro en forma de cordero. La extensión de las catacumbas es de 18.000 metros cuadrados. Son las terceras catacumbas más grandes de Roma.
¿Qué incluye?
- La entrada incluye una visita guiada a las Catacumbas con personal interno
- Gastos de reserva y gestión
Opciones disponibles
- Idiomas disponibles para las visitas guiadas: Inglés, Italiano
Reducciones de precios
Entradas reducidas
- Menores de entre 7 y 16 años
- Grupos de estudiantes de primaria, secundaria e institutos (de 7 a 16 años)
- Estudiantes de arqueología, arquitectura, historia del arte y patrimonio cultural de hasta 25 años de edad que presenten el certificado exigido
- Hombres y mujeres del clero, monjas, seminaristas y novicios que presenten el certificado exigido
Entradas gratuitas
- Niños menores de 6 años
- Visitantes discapacitados y acompañantes
- Estudiantes del Pontificio Instituto de Arqueología Cristiana (presentando la tarjeta expedida por la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra)
- Sacerdotes y monjas de la Comunidad Religiosa de Custodios de las Catacumbas. Profesores, tutores universitarios y catequistas que acompañen a un grupo (una entrada gratuita por cada 15 visitantes de pago)
- Los grupos de 35 o más visitantes que paguen el precio completo pueden beneficiarse de dos entradas gratuitas
- Los guías turísticos con licencia válida y los investigadores que presenten pruebas documentales de sus estudios pueden solicitar la entrada gratuita a la Comisión Pontificia de Arqueología Sacra.
Punto de encuentro
Para recordar
- Dado el carácter específico de los yacimientos, existen limitaciones específicas para los visitantes discapacitados.
- Recomendamos a los visitantes que lleven calzado apropiado para una superficie antigua a menudo irregular y, según la época del año, ropa adecuada para las temperaturas subterráneas.
- Prohibido fotografiar y filmar en las catacumbas.
- Prohibido fumar en el interior de los monumentos.