Roma redescubre la Antigüedad en una exposición en la Curia del Foro Romano
Hasta el 23 de febrero de 2014, la Curia del Foro Romano acoge una exposición dedicada al redescubrimiento de la Antigüedad, con una selección de 800 acuarelas, dibujos y pinturas del arqueólogo británico y artista autodidacta Edward Dodwell y de Simone Pomardi.
La exposición titulada The rediscovery of antiquity.Watercolors by Edward Dodwell and Simone Pomardi, reúne obras realizadas por los dos artistas durante sus exploraciones en Grecia a principios del siglo XIX. Obras que, a través del ingenio de la acuarela, expresan el éxtasis de la imaginación ante la grandeza neoclásica de las ruinas griegas y romanas.
Tras haber sido acogido por el Museo Británico de Londres la pasada primavera, ahora el redescubrimiento de la Antigüedad llega a Roma para ilustrar todo el romanticismo de los viajes del Grand Tour, esos largos viajes (podían durar años), de los que, en el siglo XVII eran protagonistas los jóvenes ricos aristócratas europeos. El Grand Tour tenía por objeto mejorar su educación y completar su formación. Los destinos finales solían ser Italia o Grecia.
En las obras expuestas -en su mayoría acuarelas- aparecen monumentos, esculturas y magníficos paisajes de ruinas realizados por los dos pintores durante sus viajes por Grecia en 1805-1806, en pleno clima neoclásico.
Son 38 vistas seleccionadas y presentadas por primera vez en Italia, todas ellas obras inéditas hasta el pasado mes de febrero, cuando se expusieron en Londres. Las pinturas de paisajes representan la Acrópolis de Atenas, los monumentos de Micenas, el puerto de Corfú y otros yacimientos arqueológicos tal y como aparecían en la época de la dominación otomana de Grecia, pero filtrados a través de los ojos del arqueólogo Edward Dodwell y de la artista italiana Simone Pomardi.
Pintados a principios del siglo XIX, estos cuadros también contribuyeron a promover la corriente helénica de la época que, entre otros, también apoyaba Lord Byron. El poeta inglés declaraba de hecho la necesidad de redescubrir el antiguo esplendor de la civilización clásica y deseaba volver a la libertad de Grecia.
La exposición está instalada en la impresionante sala de la Curia del Foro Romano, antaño sede del Senado romano. Aquí aún se puede admirar el suelo de mármol en opus sectile de la época de Diocleciano y los restos de pinturas bizantinas; un marco realmente impresionante que sugiere un intenso e interesante diálogo entre objetos de distintas épocas.