Chagall. Amor y vida en Roma
El amor está en todas partes en la nueva exposición del Claustro de Bramante, en Roma, hasta el 26 de julio. No podía ser de otro modo, ya que el protagonista es Marc Chagall, pintor ruso de origen judío.
Más de 150 obras -entre pinturas, dibujos y grabados- procedentes del Museo de Israel de Jerusalén se exponen en Roma para narrar la apasionada relación entre el pintor y su esposa Bella Rosenfeld, su principal y constante fuente de inspiración.
"Chagall. Amor y vida" gira en torno a las experiencias personales del artista y los temas de su poesía: el amor y la vida. Desde las imágenes de su infancia y juventud en Vitebsk, hasta las ilustraciones de la autobiografía "Mi vida", la Biblia y los libros de Bella "Luces encendidas" y "Primer encuentro", la exposición recorre toda la vida de Chagall hasta sus obras más maduras.
"Sólo me interesa el amor", escribió Chagall. "Sólo estoy en contacto con cosas que tienen que ver con el amor" El mensaje central del artista es precisamente éste: el amor a la vida. Un amor compuesto de muchos tipos diferentes de amor: por su pueblo, por la naturaleza, por el judaísmo y por su mujer.
Entre los temas clave de la obra de Chagall se encuentran la cultura judía -cuyos símbolos están siempre presentes en sus cuadros-, las influencias de la vanguardia francesa -que él desarrolló de forma original- y la representación de los amantes.
De la exposición también se desprende algo nuevo, un Chagall inédito, que se aparta del conocido y poderoso uso del color, mediante una selección de obras principalmente en blanco y negro que expresan el mensaje del amor.
Se exponen dibujos, óleos, gouaches, litografías, aguafuertes y acuarelas que muestran las andanzas oníricas y fantásticas de un artista ecléctico y valiente. No hace falta ser un experto en arte para captar las sugerencias que encierran las obras de Chagall: el color y la alegría, la ternura de los personajes y la dulzura de los paisajes surrealistas.