Andy Warhol - Una historia americana en Pisa
"El arte pop es una forma de amar las cosas", decía Andy Warhol, un artista que como nadie ha encarnado plenamente las contradicciones de Estados Unidos. A través de las grandes series temáticas que han marcado sus obras se puede observar, de hecho, la evolución de toda una nación, desde el estrellato a las noticias periodísticas, pasando por los objetos más utilizados en la sociedad de consumo.
Observar las obras de Warhol significa también mirar, a través de la lente de su arte, los acontecimientos que han sacudido la historia americana e incluso del mundo: de la serie dedicada a los Hombres más buscados a pistola, de Cuchillos a la serie de Sillas eléctricas, de los retratos de Marilyn Monroe y Liz Taylor a los de Mao y Richard Nixon y a las imágenes del asesinato de John Kennedy.
Este otoño Pisa dedica a Andy Warhol la exposición "Andy Warhol - An American History", que acoge el Palacio Azul hasta el 2 de febrero con 150 obras (entre ellas 20 polaroid). La exposición trae a Italia obras de todo el mundo, especialmente del Museo Andy Warhol de Pittsburgh y de otras colecciones históricas de Europa.
La muestra se abre con los autorretratos en los que el artista "iconiza" su rostro, los de los años sesenta, en los que se retrata como un intelectual reflexivo, y los de la peluca plateada de la última época.
A continuación, la exposición continúa con una inmersión en la temporada del Pop (1962-1968), representada por treinta obras entre las que destacan el gran marco del dólar, las cajas de jabón Brillo y las latas de sopa Campbell.
No se pierda tampoco el díptico de los 13 hombres más buscados y la serie dedicada a la Silla Eléctrica, los cuadros de Pistolas y Cuchillos, la famosa imagen de portada del libro "Gomorra" de Roberto Saviano.
Algunas fotografías y obras dan testimonio de la agresión en la que el artista resultó gravemente herido y casi dado por muerto, en 1968 a manos de un trastornado. De esta experiencia dan fe algunas fotografías de su abdomen desgarrado tomadas por Richard Avedon y publicadas por los periódicos de la época, además del gran cuadro titulado Calavera.
Luego, por supuesto, los iconos: en primer lugar Marylin en la secuencia histórica de diez y en dos versiones en blanco y negro, pero también los grandes cuadros de Liz Taylor, Mick Jagger, Joseph Beuys, Troy Donahue y las fotografías de Francis Bacon, John Lennon y Yoko Ono, Keith Haring, la película de 16 mm con Marcel Duchamp, Dalí, Lou Reed, Bob Dylan, Dennis Hopper y otros.
Pero tampoco la política fue inmune a su espectáculo. De ahí que el asesinato político de John Fitzgerald Kennedy acabe identificándose con la trágica máscara de Jacqueline Kennedy, mientras que Mao se convierte en el tema de una de sus obras más populares.
Pasamos entonces a una temporada creativa posterior. Aquí Huevos e hilos asume las formas de gigantescos cuadros abstractos. En cambio, en otras obras reinventa la mitología de América, como en el lienzo Mitos, en el que reúne a Superman y Mickey Mouse, Santa Claus y Drácula, la Mami de "Lo que el viento se llevó" y la bruja mala del "Mago de Oz", y también a sí mismo en el papel de La Sombra.
La exposición cuenta con un espacio dedicado a los acontecimientos que han caracterizado su época, como la tragedia del terremoto de Nápoles, representada aquí por dos enormes lienzos. Por último, la muestra termina con una de las innumerables y geniales invenciones de Warhol, el famoso papel pintado decorado con cabezas de vaca.