Visita a Pienza, la ciudad del queso pecorino
La Toscana es conocida en todo el mundo por sus delicias culinarias, entre las que destaca el queso y especialmente el pecorino. Uno de los mejores de la Toscana, además del más conocido, es sin duda el pecorino di Pienza. Si es aficionado al queso, ¿por qué no piensa en unas vacaciones en Pienza, cerca de Siena, donde la naturaleza se mezcla con la historia y los sorprendentes sabores toscanos? Unas vacaciones en una casa rural en Pienza le brindarán sin duda la oportunidad de descubrir paisajes extraordinarios y deliciosos sabores de la región, entre todos, el queso pecorino.
Los orígenes del queso pecorino se remontan a la historia antigua. De hecho, los primeros vestigios de este tipo de queso parecen remontarse al Neolítico. Luego fue Plinio el Viejo quien nos contó cómo los etruscos preparaban grandes y sabrosos quesos pecorinos.
El pecorino di Pienza se caracteriza por un sabor particular, esto se debe a que la leche procede de ovejas que pastan en las famosas "Crete", suelos arcillosos típicos de la Val d'Orcia. Aquí crece una mezcla de hierbas aromáticas como la ajedrea, la menta, el tomillo, el tomillo silvestre y el radichetto, que infunden a la leche su fragancia típica dándole su sabor inconfundible.
Existen diferentes tipos de queso: el fresco (30 días de maduración) de sabor suave y dulce, el semicurado (2 meses de maduración) dulce y ligeramente aromático; el curado (de 2 a 4 meses de maduración) caracterizado por una pasta consistente y un sabor más sabroso.
El queso pecorino se puede degustar solo, o mejor, acompañado de una selección de mermeladas y miel, con buen pan toscano y deliciosos embutidos del territorio.
Pero en Pienza los atractivos no son sólo culinarios. De hecho, es una hermosa ciudad renacentista que domina la Val d'Orcia, situada a 20 kilómetros de Montalcino y a pocos kilómetros de Montepulciano, en la hermosa región de Val d'Orcia, entre suaves colinas e impresionantes vistas.
Este encantador pueblo es más conocido por ser una creación del gran humanista Enea Silvio Piccolomini, que llegó a ser el Papa Pío II. Tenía los medios económicos y la influencia necesarios para convertir su humilde pueblo natal, Corsignano, en la ciudad utópica que debía encarnar los principios y la filosofía de la época clásica y del gran Renacimiento italiano.
El proyecto se confió al arquitecto Bernardo, conocido como Rossellino, bajo la dirección del gran humanista Leon Battista Alberti. El resultado fue una serie de bellos y armoniosos edificios como la Catedral, la residencia papal(Palazzo Piccolomini), el edificio municipal y la plaza central.
Pienza es también un excelente punto de partida para visitar la Val d'Orcia alojándose en una casa rural o de vacaciones. Está a pocos kilómetros de Montalcino, San Quirico d'Orcia, Montepulciano y Bagno Vignoni, famoso por sus fuentes termales.