El otoño es el mes de las setas en la Toscana
Amantes de las setas, ¡la mejor época para visitar la Toscana es sin duda el otoño! Puede reservar una casa rural en Chianti, un Bed & Breakfast en Mugello, cerca de Florencia, una casa de vacaciones en Val d'Orcia (cerca de Siena) o una granja en Maremma, todos ellos son excelentes puntos de partida para buscar y degustar estos deliciosos frutos otoñales de la tierra.
Equípese con una cesta y, para los que no sean expertos en setas, tal vez incluso con un guía experimentado, cálcese las botas y aventúrese en el bosque teniendo cuidado de dónde pone los pies
La Toscana está llena de bosques y prados donde se pueden encontrar excelentes setas comestibles de distintas variedades y prácticamente en todas partes: desde los famosísimos boletus hasta los sabrosos rebozuelos, los finferli y los endrinos.
El clima otoñal es ideal para el cultivo de setas, con temperaturas aún cálidas y condiciones húmedas del suelo. Como sabrá, no todas las setas son comestibles, algunas son venenosas y especialmente tóxicas. Por eso recomendamos ir acompañado de un guía experimentado, porque algunas pueden ser realmente peligrosas.
Las setas son un must de la cocina toscana en otoño y se utilizan desde entrantes -sobre el pan tostado- hasta platos de pasta (no se pierda los tallarines con setas porcini), y platos principales como el delicioso filetto all'Alpina (filete de ternera con capilla de porcini). Están buenos de todas las maneras: salteados, fritos o simplemente a la plancha y aliñados con aceite de oliva, tomillo, ajo, sal y pimienta. Entre los menús de los restaurantes toscanos, las propuestas a base de setas en esta temporada son infinitas.
Además, la Toscana en esta época saca realmente lo mejor de sí en cuanto a sabores, colores y fragancias. El clima es menos caluroso y las hojas cambian de color tendiendo a los tonos cálidos del naranja y el dorado. Reserve una casa rural rodeada de campo y disfrute de relajantes paseos por la naturaleza. Por la noche disfrute de un buen plato de pappardelle con setas acompañado, por supuesto, de un buen vino tinto toscano.