Norma e Capriccio en la Galería de los Uffizi
La Galleria degli Uffizi acoge del 5 de marzo al 26 de mayo la exposición "Norma e Capriccio. Artistas españoles en Italia a principios del Manierismo", dedicada a los artistas españoles que vivieron y trabajaron en Italia entre Florencia, Roma y Nápoles a principios del 1500 participando personalmente en la intensa actividad cultural de aquellos años.
Este particular evento se ha inspirado en las palabras de Miguel Ángel Buonarroti recogidas por Francisco De Hollanda en sus "Diálogos Romanos":"Así digo también que ninguna nación ni ningún pueblo (fuera de uno o dos españoles) puede asimilar o imitar perfectamente la manera italiana de pintar (que es la de la antigua Grecia) sin ser inmediata y fácilmente reconocidos como extranjeros, por mucho que se esfuercen o trabajen en ello".
Entre estas personalidades se encuentran artistas como Alonso Berruguete, Pedro Fernández, Pedro Manchuca, Diego de Silóe, Bartolomé Ordóñez. A todos ellos les une el mismo origen ibérico, pero también un profundo deseo común de intercambiar opiniones y experiencias y estar dispuestos a viajar por estos motivos. Además, todos ellos fueron capaces de consagrarse como algunos de los más grandes artistas del manierismo europeo.
La exposición analiza la relación entre estos artistas ibéricos y los artistas italianos del siglo XVI. De hecho, los artistas italianos reconocen la importante posición de los ibéricos en el panorama cultural de la época.
La exposición se divide en cuatro secciones que crean una partición geográfica y que combinan las obras de estos artistas con la producción italiana. En la primera sección encontramos Florencia y el periodo italiano de Alonso Berruguete, estudiado y examinado en profundidad por los historiadores y críticos de arte italianos Roberto Longhi e Federico Zeri. Las obras del artista aparecen así en toda su modernidad y comparadas con artistas italianos de la misma época como Andrea del Sarto, Rosso, Potormo y Jacopo Sansovino. Así pues, es interesante observar cómo la ciudad, con sus personalidades, cultura y ambiente, influyó en las obras de Berruguete.
En la segunda sección, la atención se centra en Roma, donde encontramos a Pedro Manchuca. Este artista toledano trabajó en el taller de Rafael entre 1510 y 1520. Pero llevó su influencia también a otras partes de Italia como Milán, Roma y Campania.
La tercera sección muestra algunas de las obras escultóricas de Bartolomé Ordóñez y Diego de Silóe, realizadas durante su estancia en Nápoles en la década de 1520. Estas obras muestran innegables reflejos del entorno napolitano, gracias a los trabajos de los artistas italianos Domenico Napolitano y Girolamo Santacroce.
Finalmente, la última sección presenta las obras realizadas por los artistas ibéricos una vez de vuelta en su país. Entre vallisoletanos, granadinos y toledanos se hace de hecho aún más evidente la herencia de su estancia en Italia, que marcó su estilo y su lenguaje figurativo.
