Miguel Ángel y la escultura del siglo XVI en el Museo del Bargello
Entre las diversas salas del Museo Nacional del Bargello de Florencia, la más visitada es sin duda la de Miguel Ángel y la escultura del siglo XVI.
La sala es también una de las más antiguas de todo el edificio, restaurada por Mazzei en 1865 y redecorada por Gaetano Bianchi, con arcos compuestos con una mezcla de flores de lis (símbolo de Florencia) e inspirados en la obra de Giotto en Asís. Tras la restauración, la sala se utilizó entonces para la exposición de una colección de armas, trofeos y banderas.
Posteriormente, el Museo del Bargello sufrió graves daños a causa de la inundación de 1966 en Florencia. La sala fue entonces restaurada de nuevo, encalada y diseñada para albergar los más prestigiosos ejemplos de escultura del siglo XVI, llegados al Bargello en 1874 desde la Galería de los Uffizi. Entre ellas figuran importantes obras de Miguel Ángel: el Baco, una de sus primeras esculturas romanas de 1496-97, el inacabado Tondo Pitti (1504), el David Apolo (1530-32) y el Bruto de 1539, el único busto esculpido por el artista.
Además de las obras de Miguel Ángel, la sala también alberga obras de Benvenuto Cellini, entre ellas Narciso, Ganímedes y el busto de bronce de Cosme I. Desde el año 2000, el museo también adquirió la base de mármol del Perseo que se encontraba bajo la estatua de la Piazza Signoria (ahora hay una copia), ahora expuesta en la sala junto con los bronces originales, el bajorrelieve de la Liberación de Ardrómeda, algunos modelos en cera y el bronce de Perseo.
La sala acoge también obras de Giambologna, el Mercurio alado, su obra más famosa en bronce, y una estatua temprana de Baco.
El tercer Baco expuesto en la sala, además de los de Miguel Ángel y Giambologna, es uno de mármol de Jacopo Sansovino.
Completan el panorama de la escultura del siglo XVI otras interesantes obras de Baccio Bandinelli, Tribolo, Rustici, Vincenzo Danti y otros escultores florentinos contemporáneos.
En las ventanas son visibles algunas vajillas importantes, entre ellas un boceto de los Apeninos de Giambologna, que se encuentra en la Villa de Pratolino.