La nariz de David

La nariz de David

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Símbolo de Florencia y obra de extraordinaria belleza, el David de Miguel Ángel, conservado en la Galería de la Academia, es una de las esculturas más famosas y admiradas del mundo. A su alrededor circulan muchas historias originales, una en particular, que vamos a contarles hoy, se refiere a su bonita nariz.

Corría el año 1504 y el joven Miguel Ángel Buonarroti estaba a punto de terminar su obra maestra, una escultura de mármol de más de 4 metros de altura que representaba a David, el héroe bíblico que derrotó al gigante Goliat con una honda, liberando a Israel de los filisteos.La estatua debía representar a Florencia y convertirse en su símbolo y entonces, antes de que fuera expuesta, el gonfalonier de la República, Piero Soderini, decidió visitar a Miguel Ángel, comprobar su trabajo y echar un vistazo a la estatua.

En aquella ocasión, Soderini no pudo evitar hacer un comentario crítico: La nariz de David parecía un poco demasiado grande, pero si el escultor hubiera intentado reducirla un poco seguramente toda la obra habría sido más bella y armoniosa. En resumen, desmontó nada menos que a Miguel Ángel.

Miguel Ángel es conocido, además de por su habilidad, también por su mal genio, pero en aquella circunstancia concreta supo ser diplomático. Se acercó entonces a la estatua para seguir las indicaciones de Soderini y hacer la nariz más pequeña. Sin embargo, antes de subir a la escalera, junto con el cincel, recogió del suelo un puñado de polvo y trozos de mármol. Subió a la escalera y actuó como si cincelara la nariz, arrojando al suelo el polvo recogido. Entonces se dirigió a Soderini preguntándole si la nariz tenía en ese momento un tamaño más proporcionado.El gonfalonier dijo que sí y se atribuyó el mérito de haber perfeccionado el ya perfecto David.