Capilla de María Magdalena en el Museo del Bargello
El Museo del Bargello contiene hoy estatuas de valor incalculable, pero antaño fue la prisión de la ciudad de Florencia. Las salas donde hoy se pueden admirar obras de Miguel Ángel y Donatello se utilizaban entonces como celdas. De aquí salían los presos condenados a la pena mayor, la pena de muerte. Entre las diversas salas que componen el museo hay también una capilla en el primer piso, llamada Capilla de María Magdalena.
La Capilla se construyó después de 1280 y albergaba a los presos condenados a muerte en su última noche de oración antes de ser llevados a la horca. Desde aquí partían por la mañana de camino acompañados por los "Battuti de' Neri", que formaban parte de la Compañía de Santa María de la Cruz del Temple.
Los frescos que decoran la capilla, fechados en 1340 y atribuidos a la escuela de Giotto, reflejan bien su función. De hecho, muestran sobre todo historias de penitentes y pecadores redimidos. Como las historias de Santa María de Egipto, Santa María Magdalena y San Juan Bautista pintadas en las paredes laterales. En la pared de la entrada está representado el Infierno, mientras que en la parte inferior encontramos el Paraíso, que cuenta entre sus elegidos también al poeta florentino, Dante Alighieri, representado con su Comedia en la mano. Por último, en la pared del fondo hay dos frescos de finales del siglo XV que representan a la Virgen con el Niño de Sebastiano Mainardi y a San Girolamo penitente de Bartolomeo di Giovanni.
Posteriormente, el ambiente se dividió en dos plantas, una para alojar a los condenados a muerte y la otra utilizada como despensa. Sólo a mediados del siglo XIX se restauró la capilla y se añadió el coro y el facistol de Bernardino della Cecca procedente de San Miniato al Monte. En el altar se colocó el tríptico de Giovanni di Francesco y en las ventanas se expusieron piezas de oro sagrado. Todas ellas son admirables aún hoy durante la visita al museo.