Homenaje al Maestro Piero Tosi - El arte del vestuario escénico en la Galería del Traje del Palacio Pitti
La Galería del Traje del Palacio Pitti dedica, hasta el próximo 11 de enero, una exposición a uno de los grandes maestros de la creatividad italiana al servicio del cine, el diseñador de vestuario Piero Tosi, galardonado en 2013 con un premio honorífico de la Academia a toda una vida por ser "( ...), un visionario cuyo incomparable vestuario supera el tiempo haciendo vivir el arte en el cine."
El Maestro ha trabajado como diseñador de vestuario teatral, pero triunfó especialmente en el cine al lado de grandes directores, como Luchino Visconti, Vittorio De Sica, Mauro Bolognini, Liliana Cavani, Franco Zeffirelli y Pier Paolo Pasolini.
Para la realización de sus trajes, Tosi ha colaborado con firmas de vestuario teatral como la de Umberto Tirelli, con quien sigue colaborando. Los trajes expuestos son una docena y constituyen una importante donación de vestuario histórico de teatro y cine realizada por Umberto Tirelli en 1986, entre los que se encuentran los trajes de Medea (de la película Medea, dirigida por Pier Paolo Pasolini, con Maria Callas), los de Isabel (de la película Ludwig, dirigida por Luchino Visconti, protagonizada por Romy Schneider) y Giuliana Hermil (de la película Los inocentes, dirigida por Luchino Visconti, con Laura Antonelli). También hay vestidos que han realzado películas como La dama de las camelias de Mauro Bolognini, Más allá del bien y del mal de Liliana Cavani, La Traviata de Franco Zeffirelli, El inválido imaginario de Tonino Cervi y La Locandiera de Giorgio De Lullo.
La exposición muestra quince trajes llevados por grandes actores y actrices en películas consideradas obras maestras de la cinematografía; trajes que son algo más que ropa. Los que luce la bella Romy Schneider en Ludwig, por ejemplo, muestran una elegancia militarista típica del periodo austrohúngaro. Aquí, en efecto, para conseguir el efecto antiguo buscado por Visconti, las telas utilizadas para el vestuario se sometían a diversos tratamientos que las hacían pulir a la perfección para reflejar la luz. Igualmente evocadores son los ropajes utilizados por Laura Antonelli en El inocente, basada en la novela de D'Annunzio y vinculada a una decadencia exagerada, inspirada en Proust y en el beau monde parisino. El vestuario de Medea de Pasolini, lucido por la inolvidable Maria Callas, tiene en cambio todo el sabor de la civilización antigua y tribal, con medallas relucientes y colgantes de filigrana. En El inválido imaginario y en La Locandiera prevalece un sutil ambiente de curso del siglo XVIII en Venecia, mientras que La dama de las camelias de Mauro Bolognini se relee en su totalidad el ambiente libertino del siglo XIX.
Así pues, hasta el 11 de enero, hay un motivo más para visitar la Galería del Traje de Florencia, una selección de vestidos que, como dijo la Superintendente de los Museos Estatales de Florencia, Cristina Acidini, "no sólo representa la famosa creatividad de Tosi en una variedad de épocas y tipos, sino que nos lleva también a través de las mejores películas de los grandes directores italianos del siglo XX"