Galería de la Academia: sala del Coloso
Cuando hablamos de la Galería de la Academia de Florencia, nos viene a la cabeza el David y las poderosas esculturas de Miguel Ángel. En realidad, sin embargo, el museo también cuenta con otras obras maestras que sin duda merece la pena admirar.
La Sala del Coloso, la primera que recibe a los visitantes, por ejemplo, alberga un conjunto de pinturas del siglo XV y principios del XVI. El nombre de la sala hace referencia a uno de los modelos de escayola de Dioscuri Montecavallo expuestos aquí hasta principios del siglo XX. En la actualidad, la sala alberga un modelo central en yeso de Giambologna para el Rapto de las Sabinas. La estatua original se encuentra ahora en la Piazza della Signoria, bajo la Loggia dei Lanzi.
Las paredes de la sala están revestidas de pinturas de los siglos XV y XVI, muchas de las cuales proceden de iglesias y conventos florentinos y fueron pintadas por artistas como Paolo Uccello, Botticelli, Domenico Ghirlandaio y Perugino.
En la pared derecha podemos ver la Tebaida de Paolo Uccello, obras tempranas de Sandro Botticelli y tablas con temas sacros. En posición central es imposible no fijarse en el Cassone Adimari (hacia 1450) atribuido a los Scheggia, que reproduce una procesión nupcial que tiene lugar en las calles de Florencia.
A su izquierda se puede ver una obra pequeña en tamaño pero rica en detalles preciosos, se trata de la Madonna del Mar atribuida a Botticelli y procedente del convento de Santa Felicita. A su lado hay otra obra de Botticelli, la temprana obra de la Virgen con el Niño con San Juan y dos ángeles, donde se pueden ver claros signos de la influencia de su maestro Filippo Lippi.
La pared izquierda acoge en cambio seis retablos que muestran el desarrollo de la pintura florentina en el siglo XV, entre ellos el famoso Retablo Trebbio de Sandro Botticelli probablemente encargado por Pierfrancesco Medici.
Desde diciembre de 2013 también se puede admirar la reconstrucción parcial del gran retablo pintado por Pietro Perugino en 1500 para el altar mayor de la abadía benedictina de Vallombrosa que representa la Asunción de la Virgen con ángeles y Dios Padre, con cuatro santos. Junto a él se puede admirar la Resurrección de Raffaellino del Garbo y la Deposición de Cristo de la Cruz iniciada por Filipino Lippinella pero finalizada por Perugino a su muerte.