En Florencia, la furia de Pollock con el ojo puesto en Miguel Ángel

Hasta el 27 de julio Florencia rinde homenaje por primera vez a uno de los mayores protagonistas de las artes de todo el mundo, Jackson Pollock. El artista que ha socavado las reglas del arte figurativo occidental y pulverizado los últimos bastiones de la perspectiva renacentista se compara -justo en la ciudad que fue cuna del Renacimiento- con otro gran artista, homenajeado este año por el 450 aniversario de su muerte: Miguel Ángel.

La exposición se exhibe en el Palazzo Vecchio, símbolo del poder político en una ciudad que consideraba el arte como elemento de su mayor prestigio. Aquí se exponen 16 obras del artista americano, y en particular 6 dibujos cedidos por el Metropolitan Museum de Nueva York y expuestos en Italia por primera vez.

Comparar a Pollock con Miguel Ángel es sin duda un gran desafío que une dos culturas y dos lenguajes diametralmente opuestos e incluso antitéticos. Uno que se basa en un profundo respeto por el orden de la naturaleza y lo divino, y el otro todo proyectado sobre el inconsciente y la geometría mística como representación de un universo en expansión.

Pero entonces, ¿qué pueden tener en común estos dos personajes tan diferentes en el tiempo, en el espacio y en los contenidos? Según los comisarios de esta particular exposición, el denominador común a estos dos titanes del arte internacional es la "furia" del acto creativo. Una furia que "adquiere un significado místico en la búsqueda de la belleza como absoluto y del infinito como límite de lo artístico y su finalidad". Es la furia que ambos transmiten trabajando en sus cuadros, un auténtico trance que les aleja del mundo exterior.

Pollock introdujo una forma completamente nueva de pintar, pero lo hizo partiendo de la personalidad artística de Miguel Ángel y de su obra. Ya en el año 500 alguien habló de "la furia de la figura" para describir las líneas de algunas de las figuras de Miguel Ángel, caracterizadas por su indefinición y dinamismo. En cuanto a Pollock, el concepto es la "figura de la furia ", que describe bien su pintura, tan vital y violenta.

La exposición se divide en dos secciones: una en el Palazzo Vecchio y otra en el complejo de San Firenze. La sección celebrada en el Palazzo Vecchio recoge -además del famoso Genio de la Victoria de Miguel Ángel conservado en el Salone dei Cinquecento- una serie de obras procedentes de museos y colecciones privadas de todo el mundo, así como los seis primeros dibujos de Pollock cedidos por el Metropolitan Museum de Nueva York. La sección del complejo de San Firenze se caracteriza en cambio por dispositivos multimedia interactivos y educativos que guían al visitante a través de una nueva forma de experimentar el arte y comprender las obras de grandes artistas como Pollock. Sonidos y películas ayudan a comprender cómo componía sus cuadros el gran artista americano y proponen nuevas comparaciones entre la obra de Pollock y la de Miguel Ángel.